En el 2011...

Tengo 27 años y algunos meses más. Estoy cansado, tengo frio y no tengo la más mínima intención de salir a bailar en este Año Nuevo.

Mis mejores amigos están en Cuba alistándose para recibir el 2011 entre mujeres hermosas, alcohol y bailonga. Mis padres están a punto de coger el bus que los llevará fuera de la ciudad. Viajan juntos, con la esperanza de que el próximo año su relación mejore y puedan recuperar lo que una vez tuvieron, desearía, por el bien de ambos, que así fuera. Mi hermano lucira sus horribles piernas en una casa de playa cerca a San Bartolo, donde recibirá el nuevo año junto con su incondicional, y a mi parecer admirable, enamorada.

Y yo, yo escribo desde algún lugar del mundo, recordando cosas, sin dolor, sin pena, esperando que el próximo año sea mucho mejor que este. Hay cosas que no hice, es cierto. Y otras que hice y que no estaban dentro de lo planeado. En general puedo decir que fue un buen año, que terminé recobrando el contacto con mis mejores amigos y saludando a aquellas mujeres que alguna vez formaron parte de mi vida y la hicieron más colorida. Vamos a ver que nos depara este nuevo año, vamos a ver si nos sorprende gratamente. ¿Vamos a ver?