Amelia

Amelia, aprendió desde niña que la mejor forma de solucionar los problemas era huir de ellos.
Cuando cumplió 13 años su padre la abandonó porque su madre, lo encontró infragante con una mujer mucho más joven y gorda que ella.

Cuando el padre de Amelia se vio descubierto lo único que hizo fue huir, igual que lo había hecho toda su vida. Primero dejó atras a sus amigos, quienes lo molestaban por el tamaño de sus orejas, muy grandes para la cabeza que Dios le había puesto sobre los hombros, luego corrio de sus enamoradas, al menos de aquellas que intentaban amarrarlo a una relación seria, porque el lo podía soportar todo en esta vida menos la sopa de espárragos y una mujer enamorada.

Después vinieron los estudios. Cuando le fue mal en la universidad simplemente decidió irse y viajar a Lima donde conoció a la madre de Amelia una tarde de otoño cuando el ya trabajaba de pintor en un galería de arte y ella era una universitaria linda, pero ingenua.

Convivieron más de un año y finalmente luego que Doña Mariana quedara embarazada el acepto casarse con ella más que por amor, por una especie de compromiso moral que asumió consigo mismo y con ella.

Fue así que Amelia, desde niña, huyó de todo lo que no podía solucionar y nadie podía culparla por ello, lo llevaba en los genes, en la médula, en la sangre. Primero dejo que su madre interfiriera en algunas cosas, pero luego comprendió que había problemas en los cuales nadie o casi nadie podía ayudarla. Fue ese el momento en el que nos conocimos.

Comentarios

Entradas populares