Un poema de Alberto

Ni tu te vas ni yo te olvido.
Observo en las noticias historias de otras muertes que no son la nuestra
y a mi me duele como si fueran nuestras manos
las que aparecen juntas, frías, falsas y tremendamente pixeleadas
dentro la pantalla de la privacidad perdida.

Nos hemos muerto. Nosotros. Tu y yo.
Y no hemos sido publicados, no hemos salido en las noticias.
No nos hemos pixeleado.

Ni tu te vas ni yo te olvido.
Todas las mañanas corro a esconderme detrás de los panes
y la mantequilla me la coloco entre los ojos
para evitar que se den cuenta que nos hemos muerto
y ni siquiera nos han dejado flores
en las camas del encuentro.

Ya nada importa.
No seremos primera plana.
Ni comidilla de programas faranduleros.
Ni mucho menos seré yo Romeo y a ti el Julieta te queda grande.
Ni tu te vas, ni yo te olvido.
De hoy en adelante seremos sólo tu sin yo.
Sintigo.