Dibujando


Son las doce la noche. Hace calor, pero tengo las manos frías. Busco en la tele algo entretenido hasta que el sueño me venza. Me paseo por MTV regreso a Nick At Nite, reviso casi de reojo HBO. Nada en la tele.

Prendo la radio casi por instinto, me paseo por mi emisora favorita, están pasando un regueeton de moda, sintonizo las noticias, están hablando de la muerte en Palestina y de la falta de seguridad en las calles de Lima. Apago la radio.

Reviso mi escritorio, entre mis cuadernos viejos encuentro el trazo de un ojo que había estado dibujando durante la mañana. Es el ojo de Lucia, un ojo grande y color marrón acaramelado que parece devolverme la mirada, aveces la dibujo pensando que de esa forma esta conmigo toda ploma y sin color.

Cojo el lápiz y comienzo a ponerle una pestaña, no lo levanto mucho de la hoja por miedo a no lograr el efecto deseado, muevo sutilmente el carboncillo para realizar las sombras.

La hoja es grande, pienso, tal vez pueda entrar un ojo mas. Busco en la memoria el ojo izquierdo de Lucia, no fue difícil encontrarlo, basto pestañar y ahí estaba, cerca de mi como siempre. Sin darme cuenta tenia la nariz y la boca también dibujadas y comencé a ponerle un rostro ovalado y un cabello ondulado y lleno de rulos. El rostro más lindo del mundo pienso para mi. El más lindo y el que amo.

Son la una de la mañana y yo dibujando a una mujer a la que muy probablemente le da igual si estoy o no con ella, pero yo sigo con el lápiz.

Miro la hoja y veo mi obra de arte. Un mamarracho a decir verdad, pero a mi me gusta. Sonrió y pienso que esta de viaje, que no esta con otro, que algún día volverá y si pasa, si por esas cosas pasa en verdad, no cometeré los mismos errores y no le soltare nunca la mano hasta que seamos viejos y no podamos besarnos únicamente por la falta de dientes y de fuerzas.

Pienso en que ya no la llamare, en que no sirve de nada incomodarla, pienso en el tiempo y en eso del tan sobrevalorado destino y me digo que es la ultima ves que la dibujo y que hablo de ella como un cojudo romanticon.

Son las dos de la mañana, dejo el rostro de Lucia a un lado de mi cama, esta noche no soñare con ella, la tengo a mi lado.

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